En abril se cumplirán cuatro años de la adquisición de Instagram por parte de Facebook. ¿Llevas el suficiente tiempo en las redes sociales para recordar esa época, remota y valiente, en la que las fotos con filtro Valencia se mostraban integradas en Twitter? Esa estado de cosas cambió después de que Mr. Zuckerberg tirase de billetera. Y eso es un eufemismo para referirnos a los (aproximadamente) mil millones de dólares que les costó. Y también es, muy probablemente, la razón por la que Instagram ha terminado incorporando a su feed los mismos cambios que llevan tiempo afectando a tu muro.

En esencia, las fotos de las personas y/o marcas a las que siguen dejarán de mostrarse en orden cronológico, aunque de momento seguirán apareciendo todas. Pero no te acostumbres: Instagram sepultará el contenido que su algoritmo estime que no es de tu interés, y lo hará a conciencia. Muchos usuarios famosos han empezado a temblar de terror, pues estas actualizaciones eran una gran vía de contacto con sus fans. ¿A qué nos lleva el nuevo régimen? A tener que pagar si deseas asegurarte de que tu contenido sigue apareciendo muy arriba en el muro de todos tus seguidores.

Es decir, exactamente igual que sucede ahora mismo en Facebook, donde intentar vender una plutocracia como una suerte de meritocracia —la teoría es que el contenido realmente interesante siempre aparecerá, pese a que nadie pueda fijar un estándar para describirlo— está probando ser una operación muy lucrativa. Volviendo a 2012, muchos analistas interpretaron la compra de Instagram como un golpe maestro por su parte: era la app de moda, pero no tenía mucho más a su favor. Facebook le proporcionó una estructura y un modelo de negocio, dos regalos que supo traducir en un crecimiento del 23% y más de 300 millones de usuarios activos a finales de 2014. En otras palabras: el beneficio de la adquisición fue mutuo, pero es posible que Instagram fuese la más beneficiada.

Sin embargo, Zuckerberg marca la pauta. Y la pauta es deshacerse del orden cronológico y convertir cada feed en una casa de apuestas. Instagram ha prometido ir introduciendo los cambios de forma paulatina, teniendo siempre en cuenta la respuesta de sus usuarios. Su argumento para seducirles es que, a medida que uno aumenta su número de cuentas seguidas, es más probable que se pierda contenido interesante (un 70% del mismo, según sus cálculos). La nueva fórmula se presenta ante nosotros como una forma de evitar, en la medida de lo posible, que eso ocurra. Con un poco de azúcar…

Fuente: http://www.revistagq.com